CAPITULO 9
KAIFÉNG – CIUDAD DE
DINASTÍAS
Segundo día
Solamente ha
pasado un día y ya estamos de vuelta en la ciudad de las dinastías Kaiféng (开封市 –
Kāifēngshí). Este viaje
ha sido con el profesor Cao y con la profesora Malvina, este es su nombre
español, y en Kaiféng nos hemos encontrado con los padres de LiDiyang.
Este día salimos un poco más tarde
pues fuimos en el coche de Cao y claro, no es lo mismo. En coche, aunque más
peligroso por como conduce esta gente, es más cómodo, pero no más rápido!
Tardamos casi dos horas! L
Tras estas dos horas de camino
llegamos a las afueras de Kaiféng y bordeamos la ciudad para ir a las orillas
del río Amarillo (黃河 - Huáng Hé). Esta lengua de agua
impone, es impresionante la fuerza que lleva al pasar por esta ciudad. Se puede
ver como se forman remolinos en las orillas. La humedad del lugar no dejaba ver
el otro lado pero si uno se fijaba bien, podía divisar la silueta de la otra
orilla. Efectivamente, el río es amarillo, más bien marrón, pero es cierto eso
de que su nombre se debe al color que trae. Esto se debe a la cantidad de
sedimentos que arrastra en tierras más altas, pues nos comenta el padre de
LiDiyang que en las tierras altas es completamente transparente.
También hay que decir que los
habitantes y gobernantes estan muy preparados en lo que al tema de las
inundaciones se refiere, ya que a lo largo de la historia han sufrido unas
cuantas. En la última inundación que sufrió la zona, llegaron a morir casi 4
millones de personas por lo cual tienen bien delimitados los niveles para no
sufrir consecuencias negativas en lo que a lo personal se refiere. Si se supera
un determinado límite… toca salir por patas. Aquí nos hicimos unas cuantas
fotos y aprendimos un poco más de China, que no viene nada mal!
De aquí nos dirigimos a la ciudad
siguiendo al padre de LiDiyang que es policía y nos iba despejando el camino
con su coche! Jajaja! Es broma! Aquí no le dan paso a los policías ni con las
luces puestas! Jajaja! Pero eso sí, el padre de LiDiyang es poli! Que
fuerteeee! Yo de bromas y fiestas con un poli! Jajaja! Al llegar al centro de
la ciudad aparcamos el coche en la central de policías! Esto es tener enchufe!
Jajaja! De allí nos fuimos a comer, ya eran las 12:00 y esta people come a esta
hora… ya mi estómago está acostumbrado por eso no me importa! Jejeje! Fuimos a
un restaurante que es el más antiguo de Kaifeng. ¿El nombre? Y yo que sé… sólo
sé que la comida estaba como yo. Buenísima, buenísimo en mi caso. Comimos de
todo un poco, pescado, (el pescado era perca pero no se lo digan a mi madre), cordero, caracoles de río, Baozi, langostinos y algo más que no recuerdo pero
que estaba delicioso.
Una vez terminamos de comer, nos
dirigimos a visitar el Pabellón del Dragón. Este monumento fue la residencia
del emperador en la época de la Dinastía Song. Más tarde se convirtió en un
templo maoísta y luego llegó a ser la residencia del príncipe Zhou de la
Distatía Ming. Debe su nombre al relieve de la escalera que conduce a el mismo
y que consta de nueve dragones. El palacio fue destruido tras unas importantes
inundaciones. No obstante, se recuperó mediante una restauración y pasó a ser
denominado el Pabellón del Dragón. En sus alrededores hay un inmenso parque y
cuentan los lugareños que en el pabellón había dos ministros, uno muy bueno y otro
que era muy malo con el pueblo. El emperador mandó a construir dos lagos
alrededor del parque que rodea el palacio y ordenó que uno de estos lagos, el
que está a la derecha, según miramos a palacio, fuera un lago de aguas turbias
donde la gente no pudiera nadar ni bañarse pues representaba la maldad del
ministro malo. El otro lago sería de aguas limpias y cristalinas, en el la
gente se bañaría y navegaría en barcas de recreo para así recordar la bondad
del ministro bueno. Los lagos representan, como todo en esta cultura, el yin y
yang o lo que es lo mismo las dos fuerzas monumentalmente opuestas que
representan el equilibrio del universo.
El Pabellón del Dragón es un lugar
muy hermoso y apacible. Además, por estas fechas se celebra el tradicional
Festival del Crisantemo y está adornado con millones de estas plantas lo cual
lo hace más hermoso aún. Allí, y gracias al padre de LiDiyang, aprendimos un
poco más de esta cultura y tengo que decir que cada día me gusta más. En mi
regreso a España creo que voy a ponerme a estudiar algo de cultura China ya que
me atrae mucho todo esto.
Cuando salimos del Long Tin Park o
Pabellón del Dragón, nos dirigimos a un enorme parque que representa la parte
más antigua de la ciudad. Este parque está situado a orillas del lago Bao y su
nombre es Millenium City Park. ¿Por qué un nombre en inglés? Que le pregunten
al que sepa porque yo ni idea! Pero bueno a lo que vamos, el parque representa
la ciudad antigua a las afueras de la ciudad del emperador que es lo que
habíamos visto, el Pabellón del Dragón. En el se encuentran multitud de sitios
importantes en la historia de Kaifeng y de China como es uno de los siete
puentes, donde normalmente se hacían los negocios, más importantes de China.
Precioso!
De ahí, y ya casi en retirada, nos dirigimos como no a COMER. Jajaja! Fuimos al mercado nocturno de Kaifeng. Antes de ir al mercado íbamos a ir primero al centro. Estuvimos un rato regateando con los taxis bicicletas y con los taxistas de toda la vida hasta que conseguimos que por un precio de 20 RMB nos llevaran a la calle de los libros 书街- Shū jiē Esta calle es única en China pues sólo existe una calle con este nombre en China y es ésta. Nosotros esperábamos encontrar mucho libros y librerías pero eso era en la antigüedad, ahora se vende de todo menos libros. El mercado nocturno es famoso por sus comidas, principalmente elaboradas por musulmanes y que están deliciosas a no ser que pruebes la mierda de tofu! Que ascooooo! Lo siento si te gusta el tofu pero a mi me revuelve las tripas! Jajaja! Allí comimos todos juntos unas especies de Kebabs, o al menos ellos dicen que son Kebabs. Para mí son como las tortillas mexicanas rellenas con lo que caiga! Estaban muy buenas! Cuando terminamos nos retiramos. Nos despedimos de los padres de LiDiyang, que tengo que decir que son fantásticos y nos hicieron pasar un día estupendo. Al despedirnos nos hicieron unos cuantos regalos como es tradición, y calabaza, calabaza cada uno para su casa! Un fin de semana fantástico!
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