lunes, 22 de octubre de 2012

A POR LA QUINCENA


CAPITULO 4
A POR LA QUINCENA



Nuevo Piso
Un señor dormitorio
Por ahora casi todo iba bien, excepto que pasaban los días y nosotros en el cuchitril, menos mal que insistimos porque si no hubiésemos estado en ese apartamento, ellos lo llaman así, yo lo llamo cuchitril, hasta no se cuando. Ahora mismo ya estamos un pisito que se me antoja muy cómodo y que se diferencia mucho, mucho, mucho del cuchitril. Del antro, porque eso era un antro no tengo fotos pero este está muchísimo mejor. Está limpio, tiene muebles nuevos, y es espacioso.

Esta semana hemos tenido que ir al Campus del Oeste, sí, otro campus más, pero este está a tan sólo 20 minutos caminado de nuestra casa. En ese campus vamos a dar unas cuantas clases por lo que fuimos a conocer al decano o como lo llaman ellos, el manager. Y como ya dije en un capítulo anterior, la organización brilla por su ausencia. Nadie y cuando digo nadie, es nadie, sabía quien era la persona con la que teníamos que hablar. Nadie sabía que íbamos a dar clases allí, no sabían que libro tenía que utilizar para dar clases y lo que es peor, nadie sabía quienes éramos. Sorprendente pero cierto. De todas formas les dimos el teléfono de la jefa de departamento de lenguas extranjeras y hablaron con ella.  
























 Menos mal que los compañeros, extranjeros y nativos, así como los asistentes que hemos ido conociendo han sido muy amables y parecen buena gente, porque si no, esto sería un calvario. Hay un chico chino, Enrique, que es estudiante de español en otra universidad pero que ahora mismo está aquí impartiendo unas clases de español. El chico se defiende, pero… tiene limites a la hora de expresarse. Los compañeros que  dan inglés a nivel oral son una mezcla impresionante de nacionalidades. Hay un matrimonio de California que llevan aquí unos siete años y la verdad es que son muy agradables, después una Filipinas y uno de Filipinas que también se les ve buena gente, un chico de Zambia, uno chico de Indiana, EEUU, un Japonés que todavía no he visto, otro matrimonio que llegó este año, con hijo y todo, de Sudáfrica, una compañera de Nueva Zelanda, una chica americana, que habla español, y nosotros de España. Por otro lado están las asistentes que son unas cinco y muy agradables. Su edad está entre los 18 y los 23-24 años, creo. Se suelen cambiar el nombre chino a uno occidental porque saben que es muy difícil para nosotros recordarlos en chino. Por ejemplo, está Jessica, Luna, Helen, Ailín, etc. Entre los alumnos de español que son unos 12 están Nacho, Jerry, José, Javier, Esteban, Claudia, Emily, Vanessa, Ariadna, Alonso, Natalia y Susana. 

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